Los ángeles existen.
A veces no tienen alas...entonces les llamamos ¡amigos!

viernes, 20 de abril de 2012

Esperando a...




Si hay un momento de máxima expectación,
ese es, sin duda,
el de los días previos a la llegada de un bebé.


Y, como Raquel ha conseguido contagiarnos de su dulce espera...
¡Estamos contando los días finales!


Para que en cuanto Bruna llegue, su mamá guarde sus primeros documentos de salud, confeccioné esta cartera.


El diseño de los motivos apareció publicado por Cinderberry Stitches
de Natalie Lymer, en el nº 24 de la revista
Quilt Country.


Me pareció perfecto, porque me imagino a Raquel así...
feliz con su bebé!!!


En el interior he puesto dos solapas
-para la cartilla del bebé, recetas, informes...-,
y un bolsillo para guardar la tarjeta sanitaria de Bruna.


Adornados con unos sencillos bordados...


Una preciosa frase y pajaritos cariñosos...!!


Y rematados con un bies de corazones de lo más tierno, 
¿no os parece?





En la parte de atrás, otro pajarito...


... y la firma de la casa!!


Para crear un bodegón más fotogénico, acudí a algunas cositas que guardo como tesoros...


Este es uno de los juegos de sábanas que bordé cuando esperaba a Álvaro...


Perdonad que la foto del detalle está un pelín desenfocada...


Y la colcha de su cochecito, donde sólo bordé su inicial.
Hace once años no conocía el patchwork, sin embargo bordé y confeccioné con mucho amor un precioso ajuar para Álvaro... ya os enseñaré mas cosas!!

Un detalle sin retoques...


Sé que a Raquel le ha gustado porque ya lo tiene consigo.


El cierre de la cartera es un sencillo botón.


Ahora resta esperar el momento...
¡Qué sigas disfrutando siempre, Raquel!

Para tod@s vosotr@s también...
¡Feliz fin de semana!

domingo, 8 de abril de 2012

Semana Santa sin patchwork

Hacía mucho que no nos veíamos,
y ¡¡ya tocaba!!

Semana Santa sin patchwork, pero con nuestros amigos cordobeses...
¡un lujo!

Os dejo las fotos de nuestra excursión a la comarca de La Vera.


Tras la lluvia de la mañana, la tarde quedó espléndida para disfrutar del Monasterio de Yuste, donde se acaba de estrenar la primavera.


A 1402 se remonta la primera célula del Monasterio de San Jerónimo de Yuste, año en que los terrenos, entre Cuacos y Garganta la Olla, son cedidos para que los ·ermitaños de la pobre vida", como se conocía a esta primera comunidad religiosa, pudiera levantar convento.



Durante los siglos XV y XVI el edificio monacal se amplía hasta alcanzar el aspecto que presenta en la actualidad.
De estas centurias es la iglesia actual y los dos claustros, uno gótico y otro renacentista, que configuran el conjunto del monasterio.


Os muestro algunos detalles del claustro renacentista, con impecables motivos platerescos en su ornamentación.


Hice todas las fotos en modo manual, como me gusta, aunque después algunas han pasado por un cierto "retoque" digital.


En primer plano, el detalle de las columnas de granito, la piedra de esta tierra con la que está construido el Monasterio.




La fuente de cuatro caños, bastante gastados por el paso del tiempo y del agua...



Las figuras de los caños se ven actualmente totalmente desdibujadas, a pesar de la dureza de la roca.


El arco de entrada desde el claustro al jardín central.

La historia del Monasterio de Yuste se vio alterada a mediados del siglo XVI, cuando el Emperador Carlos V, decide acabar en este paradisíaco lugar sus días. Así, desde Laredo, procedente de su último viaje a los Países Bajos, se traslada el emperador hasta el Monasterio de Yuste.
Y por aquellos abruptos caminos del XVI, este parece que fue el vehículo de Carlos V.


(Fotografía tomada de la red)
Es una especie de cochecito de bebés... todo de madera y, supongo, que llevado en andas.
Aquí os dejo un enlace por si tenéis curiosidad por conocer la ruta de Carlos V.

En el claustro gótico me entretuve en hacer fotos a un rosal maravilloso, y aunque las dos primeras están tratadas posteriormente, las últimas son absolutamente manuales... sin retoques!!
Me encantó el juego que daba la luz filtrada a través de las hojas y las flores.







Estuvimos después en Garganta la Olla.
Esta pintoresca casa azul fue, en tiempos del Emperador, una casa de citas, con el sugerente nombre que conserva; "La casa de las Muñecas".


Y esta es otra de las casas más curiosas de este precioso pueblo verato; "La casa de la Peña".
Aquí recordamos Alicia y yo que tenemos otra foto juntas, de hace... 25 años?



Tuvimos las suerte de contemplar aún muchos cerezos en flor.




Bonitas, ¿verdad?
La verdad es que La Vera es una comarca preciosa, un auténtico oasis entre Castilla y Extremadura.


Álvaro no quiere que ponga fotos suyas en mi blog, pero bueno...
¡Sólo una!
Con su amigo Pablo.


Espero que hayáis tenido una estupenda Semana Santa.
Yo he estado muy, muy feliz, con la buena compañía.
Y ahora, vuelta a la rutina, pero con las pilas cargadas.
Que tengáis una buena semana.